“…Las nuevas ruralidades no están exentas de críticas: primero, porque ciertas actividades dominantes (agronegocios, agroservicios y ecoturismo internacional) provienen de organizaciones con escasos arraigos territoriales y no de «viejas» ruralidades; segundo, porque a diferencia de Europa, la propia agricultura -moderna y tradicionalsigue ocupando importantes espacios y poblaciones en América Latina; y, tercero, debido a su débil teorización que ha impedidosu clara conceptualización: reestructuraciones de la globalización (Ávila, 2008;Ruiz y Delgado, 2008;Llambí, 2012), nuevas miradas sobre viejas ruralidades (Gómez, 2001) e, incluso, nuevos criterios de ruralidad (etnicidad, gobierno, turismo, ambiente) (Paniagua-Mazorra, 2013).…”