Con la victoria borbónica en el reino de Mallorca se inaugura un nuevo modelo del ceremonial de proclamación real según el modelo castellano y de un monarca físicamente ausente, pero materializado simbólicamente a través de representaciones iconográficas. Este artículo estudia la real proclamación de Carlos IV en la capital del reino de Mallorca, Palma, con la descripción y el análisis de los aspectos más destacados de los días 11 y 14 de julio de 1789. Para ello se describen los principales actores, cómo se organizó la ceremonia y se estudia a sus protagonistas. Un último apartado está centrado en los gastos y su financiación.