Este estudio aborda la transformación y los desafíos de la educación superior en la era digital, destacando la importancia de estrategias innovadoras para el desarrollo de competencias en el siglo XXI. El objetivo es analizar las tendencias globales como la digitalización, la personalización del aprendizaje y la integración de tecnologías emergentes que están redefiniendo el panorama educativo. La metodología empleada incluye el análisis de literatura relevante y la observación de prácticas educativas en América Latina, especialmente en Ecuador. Los hallazgos principales indican que la innovación educativa es fundamental para adaptarse a las demandas de una sociedad tecnológicamente avanzada, enfrentando desafíos como la resistencia al cambio y la brecha de habilidades digitales. El estudio contribuye al entendimiento de cómo la educación superior puede evolucionar para ser más inclusiva, dinámica y preparada para los desafíos del futuro. Se destaca la necesidad de estrategias integrales que involucren la capacitación docente, la integración de TIC y la inversión en recursos de aprendizaje.