“…Los organismos biológicos para ser usados como herramientas ecotoxicológicas requieren ser sencillos, prácticos, sensibles y repetibles (Iannacone et al, 1998;Alayo & Iannacone, 2002). La APHA (1989) señala como protocolos estandarizados para la realización de bioensayos de toxicidad aguda y crónica acuática a las larvas de los insectos quironómidos, principalmente Chironomus tentans Fabricius, Chironomus riparius Meigen y Chironomus plumosus (Linnaeus) (Mereggalli et al, 2002;Lahr et al, 2003;Martinez et al, 2003 (Iannacone et al, 2000;Crane et al, 2002;Sánchez & Tarazona, 2002).…”