La ambivalencia que preside el acercamiento de Rosalía de Castro a América se hace particularmente patente en su obra narrativa, donde la representación de los personajes americanos -o de aquellos que han participado en alguna medida de los movimientos migratorios del siglo XIX-está a menudo presidida por la desconfianza. El artículo presta especial atención a la parodia lingüística en dos personajes: el cadiceño del relato homónimo de 1866 (sátira de dos emigrantes gallegos que retornan de Cádiz y La Habana) y el yankee de El primer loco (1881). Por medio de la técnica que la semiótica eslava denominó skaz, la representación de la diferencia lingüística y cultural se traduce, en la narrativa rosaliana, en una forma de irrupción narrativa que es posible comparar, en su función y atributos, a la categoría de lo siniestro freudiano (Das Unheimliche). La contraposición entre el cadiceño (emigrante gallego a Andalucía y América Latina) y el yankee (viajero estadounidense por Galicia) permite, asimismo, examinar las diferentes valencias semánticas que la obra de Rosalía de Castro atribuye al resultado de los contactos transatlánticos, así como la posibilidad de que la barbarie observada en el otro sea, en último término, una imagen de la propia barbarie.Palabras clave: Rosalía de Castro; literatura y emigración; skaz; barbarie; América La obra literaria de Rosalía de Castro permite testimoniar el conflicto vivo, aún a finales del siglo XIX, entre la estética romántica y la ética ilustrada. Al tratarse de una escritora comprometida en su juventud con los círculos de la democracia revolucionaria española e implicada, junto con su marido, el historiador Manuel Murguía, en la defensa de la especificidad cultural de la Galicia del siglo XIX, podría afirmarse que su posición como autora resulta especialmente tensa, y, en ocasiones, incluso conflictiva. 1 La encrucijada ideológica descrita cristalizó en una notable ambivalencia con respecto al proceso modernizador. Mientras que autores como Luis Cernuda