Los traumatismos vasculares constituyen una emergencia quirúrgica que se ha convertido en un problema de salud pública en el mundo entero, especialmente en nuestro país. Las lesiones arteriales y venosas pueden determinar la pérdida de una extremidad, pueden generar la causa de muerte o contribuir a ella. Las consecuencias de una lesión vascular dependerán del mecanismo ejercido para causar el daño, del sitio de la lesión, de las lesiones que se encuentren asociadas, de un correcto diagnóstico precoz y de un tratamiento o reparación tan satisfactorio como las condiciones lo permitan. El objetivo de este artículo es describir el caso clínico de un hombre de 49 años con lesión vascular de arteria femoral superficial, vena femoral y pérdida extensa de tejidos blandos, secundario a herida penetrante por accidente en motocicleta, quien no requirió uso de fasciotomía y tampoco presentó síndrome de reperfusión. El postoperatorio transcurrió sin complicaciones mayores, cursó hemodinámicamente estable. Requirió manejo multidisciplinario por los departamentos de Angiología, Cirugía plástica y Medicina crítica, logrando salvamento de extremidad.