“…La literatura temprana sobre la capacidad biológica de los fosfatos de calcio se remonta a 1920, desde entonces, se ha desarrollado y consolidado una cantidad considerable de información y datos sobre su química, formulaciones y propiedades. Debido a su composición, que se asemeja al tejido óseo inorgánico, la hidroxiapatita (Hap) [Rodríguez et al, 2020;Sánchez et al, 2021;Rodríguez et al, 2018) es un material con múltiples usos potenciales que pueden desarrollarse como nanopartículas o ensamblarse en nanoestructuras, funcionando así, como andamios con características físicas, químicas, mecánicas y biológicas adaptadas a diferentes tejidos objetivos, particularmente para la regeneración de tejidos duros. A pesar de esta prevalencia, la Hap, se ha explorado recientemente también con el fin de mejorar el cuidado de la piel, particularmente cuando se emplea como nanopartículas incrustadas en matrices bioorgánicas, donde la alta dilución de la fase inorgánica puede ayudar a lograr efectos bioestimuladores que mejoran la calidad en la sustitución de la piel, mejorando la firmeza y la resistencia mecánica, además de mantener la regeneración ante daños derivados de la exposición solar, del contacto con diversas sustancias químicas nocivas o debido al acné.…”