La escritura creativa tiene como propósito transmitir mensajes y emociones, promoviendo la comunicación entre personas; algo fundamental para el proceso educativo. Es necesario incluirlo en la enseñanza, ya que estimula habilidades como la creatividad, la imaginación, el análisis, la reflexión y la transformación del conocimiento. Además, permite el fomento de habilidades sociales como la capacidad de comprender a los demás, de establecer y mantener relaciones personales, y de colaborar en equipo. Es por esto, que en el aula se generan semilleros, donde escribir se convierte en algo motivador, que genere en los estudiantes el disfrute de compartir sus propias historias con los demás y que fomente un aprendizaje activo y dinámico. La escritura creativa es una herramienta que potencia la capacidad de expresarse, el pensamiento crítico y la comunicación efectiva. Si los niños y niñas la emplean, podrán mejorar sus competencias comunicativas, que incluyen tanto la comprensión como la producción de mensajes verbales y no verbales, y se basan en la aptitud de usar el lenguaje de manera apropiada, clara y coherente. Estas competencias comunicativas también abarcan aspectos como la expresión oral y escrita, la escucha activa, la interpretación de mensajes, la adaptación al contexto comunicativo, el uso de recursos lingüísticos y no lingüísticos, y la habilidad para negociar y resolver conflictos en la comunicación.