“…Los estudios señalan, de forma sintéti-ca, un descenso general de la precipitación (Máyer et al, 2015;García-Herrera et al, 2003;De Luque y Martín-Esquivel, 2011;Máyer-Suárez et al, 2017), aunque con resultados en los que las tendencias son poco significativas, al igual que en Azores y Madeira (Cropper, 2013) y un cierto incremento en la intensidad de la lluvia Máyer y Marzol, 2017). No obstante, algunas investigaciones más recientes, que cubren un elevado número de estaciones y abarcan a todo el archipiélago, remarcan la dificultad en establecer tendencias claras por la citada variabilidad interanual y ponen en entredicho las conclusiones establecidas con series de datos cortas (Sánchez-Benítez et al, 2016), aunque los niveles de significación estadística crean diferencias en los resultados de los análisis (Máyer et al, 2017). En definitiva, las principales características son las siguientes (Cuadro 2):…”