“…La mayoría de los trabajos que utilizan estas metodologías para la valoración económica de los recursos hídricos se centran en los usos urbanos y ambientales, valorando aspectos como la mejora de la calidad de las aguas en ecosistemas (Choe et al, 1996;Loomis et al, 2000;Wang et al, 2013) o la mejora del suministro y/o de la calidad del agua urbana (Howe y Smith, 1994;Griffin y Mjelde, 2000;Del Saz-Salazar et al, 2015;Van Houtven et al, 2017). En el ámbito estrictamente agrícola, algunos autores han estimado la disposición de los regantes a pagar por utilizar recursos no convencionales como aguas depuradas o desaladas (Weldesilassie et al, 2009;Alcón et al, 2010;Bakopoulou et al, 2016), o a pagar por una mejora de la garantía del suministro (Alhassan et al, 2013;Martin-ortega et al, 2015). Finalmente, otros autores han utilizado técnicas de valoración contingente para XXXIV Congreso Nacional de Riegos, Tarragona 2017 DOI: http//dx.doi.org/10.25028/CNRiegos.2017.B04 obtener la disposición a pagar por la cantidad de agua de riego utilizada (Garrido et al, 1996;Calatrava y Sayadi, 2005;Chandrasekaran et al, 2009;Storm et al, 2011).…”