La propuesta de una «Estrategia Europea de Seguridad Económica» supera el marco general de las dependencias estratégicas de la Unión Europea (UE) para centrarse en la competición con China. Este nuevo marco de competición, más cercano al posicionamiento de Estados Unidos, puede fácilmente conducir al proteccionismo, el desacople económico y la desglobalización, un escenario contrario a los intereses de la UE, tanto por su impacto económico en términos de crecimiento e inflación, como por sus consecuencias para la gobernanza global. Aunque la UE debe tener herramientas para adaptarse al nuevo entorno internacional, la mejor manera de mejorar su autonomía y seguridad económica es a través de la profundización de su integración, el impulso de su competitividad y la diversificación de su comercio. La Declaración de Granada del Consejo Europeo del 6 de octubre de 2023 es un paso para redefinir de manera positiva los cambios en las reglas de la globalización.