La enfermedad inflamatoria intestinal (EII) es un espectro de enfermedades crónicas inmunomediadas que afectan tanto el tracto gastrointestinal, como otros sistemas extraintestinales, comportándose como una enfermedad sistémica. Los fenómenos tromboembólicos son una complicación frecuente en la EII, como consecuencia de los estados de hipercoagulabilidad que se asocian con la actividad de la enfermedad, y su aparición tiene un impacto negativo tanto en el pronóstico como en la sobrevida de los pacientes. Debido a ello, el control de la actividad inflamatoria de la EII es uno de los pilares en el control de los eventos tromboembólicos. Los medicamentos biológicos se asocian al control rápido del cuadro inflamatorio, sin embargo, siempre se discute el tema de seguridad para la reactivación de infecciones latentes, en particular tuberculosis. Presentamos el caso de un paciente de 37 años que debutó con trombosis venosa profunda en el miembro inferior izquierdo y posteriormente con tromboembolismo pulmonar masivo. Luego de investigar la etiología y ampliar la historia clínica se le diagnosticó Enfermedad de Crohn (EC). Al realizar los estudios previos al uso de biológicos, las pruebas de PPD y quantiferon resultaron positivas, luego de la discusión del caso se decidió iniciar tratamiento con ustekinumab.