“…Alfabetizarse en riesgo, según Nikiforidou (2017), requiere la enseñanza de una triada de elementos interconectados por un enfoque curricular transversal, que no se limite solo a la estadística o las matemáticas, como sucede usualmente, sino que articule otras áreas humanísticas como la educación cívica y ética. La triada abarca la capacidad de usar representaciones gráficas (y que permite entender y comunicar ideas, relacionar información a través de mapas, diagramas, gráficas, símbolos, que pueden ser usados para fomentar el pensamiento estadístico necesario para describir, organizar, representar e interpretar datos para hacer inferencias sobre el mundo); el razonamiento probabilístico (que permite pensar, explicar y procesar posibilidades y probabilidades, eventos futuros, caminos alternativos, elecciones inciertas, opciones posibles y resultados probables), y; el desarrollo de una cultura del riesgo en el aula, que implica adoptar actitudes y comportamientos hacia la toma de riesgos, que superen su percepción mayormente negativa, para ser comprendidos positivamente como posibilidad, cambio, autonomía, novedad y creatividad (Nikiforidou 2017).…”