“…Entre las especies estudiadas, solo cuatro tuvieron tres estudios: D. pernigra (Barrera-Niño y Sánchez, 2014;López-Barragán y Sánchez, 2017;Suárez-Cáceres et al, 2020), Leopardus pardalis (Sánchez-Lalinde y Pérez-Torres, 2008;Garrote et al, 2019), S. leucopus (Poveda y Sánchez-Palomino, 2004;Ruiz-García et al, 2014;Soto-Calderón et al, 2016) y Molossus molossus (Ramírez-Chaves et al, 2008;Sampedro-Marín et al, 2008;Sampedro y Martínez, 2009). La especie D. marsupialis fue la que tuvo más estudios (seis) y esos trabajos trataron principalmente sobre la relación de este marsupial con diferentes enfermedades (Álvarez-Miño y Salazar-Ceballos, 2014;Zambrano-Hernández et al, 2016;Reyes et al, 2017;Ardila et al, 2019), y dos estudios trataron sobre su ecología o morfología (Lozada et al, 2015;Saldaña et al, 2019). En otras palabras, aún para las especies con más publicaciones, la información es limitada.…”