“…[2][3][4][5][6][7] Con la ICP se logra restaurar el flujo coronario casi instantáneamente, mejorando el pronóstico a corto, mediano y largo plazo, lográndose reducir el tamaño del infarto, la dilatación del ventrículo izquierdo, conservando la función ventricular y el mantenimiento de la estabilidad eléctrica. [8][9][10] Se obtiene un beneficio mayor en aquellos pacientes que son reperfundidos en las primeras dos a cuatro horas de iniciados los síntomas del infarto y con un tiempo de puerta balón menor a 90 minutos. [11][12][13] Sin embargo, el objetivo de la terapia de reperfusión no es solamente el de restaurar el flujo de la arteria epicárdica sino también el de reperfundir adecuadamente el miocardio en riesgo.…”