“…En Chile, a pesar de su importancia ecológica y económica (Rodríguez‐San et al, 2020), se desconocen muchos aspectos de su ecología y distribución a lo largo del país, lo que dificulta los esfuerzos de conservación, aun cuando están legalmente reconocidos como animales benéficos para la agricultura. La mayoría de las especies de murciélagos tienen fuertes hábitos forestales y requieren de la conservación de estos elementos del paisaje para su supervivencia, ya que estas áreas les proporcionan refugios, zonas de reproducción y alimentación (Altamirano et al, 2017; Ossa et al, 2020). Aunque la zona centro‐sur de Chile ha sido reconocida como un punto caliente global de biodiversidad (Fuentes‐Castillo et al, 2020; Myers et al, 2000), en las últimas décadas el valle central ha sufrido importantes transformaciones antrópicas con gran pérdida de bosque nativo, que se han transformado en pastizales para ganado, cultivos y plantaciones forestales de especies exóticas como Pinus spp.…”