La malformación vascular más común del tracto digestivo son las angiodisplasias gastrointestinales. Se caracterizan por una dilatación venocapilar con elevada fragilidad vascular, estado patológico que deriva en sangrados gastrointestinales. La prevalencia aumenta en pacientes de edad avanzada y pluripatológicos, lo que condiciona el tratamiento y pronóstico de las angiodisplasias.El objetivo es evaluar la eficacia del tratamiento de las angiodisplasias con análogos de somatostatina, siendo estos el Octreótido y el Lanreótido (fuera de ficha técnica para la indicación), en condiciones de práctica clínica habitual. Además, se tratará de relacionar la respuesta terapéutica con la localización de las lesiones, comorbilidades, reingresos, transfusiones sanguíneas y prescripción de anticoagulantes.Se llevó a cabo un estudio observacional retrospectivo con datos obtenidos de pacientes tratados en el Complejo Asistencial Universitario de León. Tras el análisis estadístico de los datos, se concluyó que no existen diferencias significativas entre los fármacos. Tampoco se encontró asociación significativa del éxito con las localizaciones de las angiodisplasias, ni con las comorbilidades coexistentes, ni con la toma de anticoagulantes. Sólo tratamientos de larga duración (> 11 meses) se relacionan con indicadores objetivos de éxito, como la reducción del número de transfusiones y de reingresos.