“…La Real Academia Española (RAE, 2020) la define, como el "estudio de los indicios de un hecho criminal, con el fin de determinar todos los datos posibles relativos a la víctima o a las circunstancias del crimen". En este sentido, en la criminalística de campo (Rankin-Turner et al, 2018) se levantan todos los indicios que puedan constituir evidencia, tanto de objetos como de restos de fluidos corporales (Ahannach et al, 2021), el olor de la descomposición humana (Oostra et al, 2020), el intervalo post-morten (Dash & Das, 2020;Zhang et al, 2021), y olores que permanecen en la escena criminal (Ferry et al, 2019). La anterior disciplina se rige por principios básicos (figura 6) que contribuyen al análisis, descubrimiento, interpretación y esclarecimiento del hecho criminal (Montiel, 2017;Durán et al, 2019).…”