“…Por contra unos niveles moderados de ansiedad producirían en la persona un estado de alerta o tensión que mejoraría su rendimiento en cualquier tarea que lo requiera (Victor y Rooper, 2002). Esta última circunstancia podría ser beneficiosa para el funcionamiento académico, máxime cuando el alumno posee mecanismos para hacer frente a la ansiedad, cuando su autoestima no se ve amenazada y cuando la tarea no es muy significativa (Contreras et al, 2005 Los alumnos que padecen el desorden de ansiedad, además evitan las actividades a realizar en el aula y por ello visitan con mayor frecuencia la enfermería del centro escolar, informando de una variedad de quejas somáticas o incluso negándose a asistir a la escuela (Honjo, Nishide, Niwa, Sasaki, Kaneko, Inoko y Nishide, 2001). Debido a esto, la escasa asistencia a la escuela y la conducta negativa que suelen manifestar en ella, podría estar asociada con el pobre rendimiento académico (Hughes, Lourea-Waddell y Kendall, 2008).…”