Antecedentes: Durante décadas se ha considerado a la anemia como un problema de salud pública universal por su afectación en la salud individual, social y económica de cada país, siendo las poblaciones más afectadas las mujeres en edad reproductiva y los niños en edad preescolar. Algunas consecuencias de la anemia son el retraso en el crecimiento, el déficit intelectual y la disminución de la respuesta inmunológica en niños pequeños. Para contrarrestar esta enfermedad se ha optado por diversas estrategias, siendo una de ellas la fortificación o enriquecimiento de alimentos con hierro junto con vitaminas y otros minerales lo que, según el reporte de varios estudios actuales, favorece el incremento de la hemoglobina y la reducción de la anemia no solo en niños, sino en poblaciones de otras edades. Objetivo: revisar y sistematizar las evidencias sobre la efectividad del consumo de alimentos fortificados con hierro en el incremento de la hemoglobina en niños menores de 6 años diagnosticados con o sin anemia. Para ello se realizó una búsqueda en 3 bases de datos bibliográficos: MEDLINE(PubMed), LILACS y Scopus. Se siguió directrices PRISMA, excepto la publicación del protocolo en un repositorio. La evaluación de sesgo se realizó mediante la herramienta de ROB 1 de Cochrane. Resultados: Se obtuvieron 599 estudios, de ellos se eligieron 5 estudios de diseño experimental aleatorizados para la presente revisión. Dos artículos se realizaron en Brasil y los demás en Camerún, India y Europa Occidental. Los alimentos fortificados con hierro fueron: pan con harina de trigo, arroz, leche en polvo, fórmula infantil y cereal infantil (soya y harina de trigo). Se halló un incremento en los niveles de Hb y Fe sérico en infantes.