“…Diferentes autores han intentado, con éxito variable, relacionar las respuestas inflamatorias más acusadas y la aparición de complicaciones con factores como el tabaco, el alcohol, la edad 3,4,42,43 , la disfunción ventricular izquierda sistólica 43,44 , la diabetes mal controlada 3,45,46 , la extensión de la cardiopatía isquémica 47 o la inestabilidad hemodinámica al inicio de la intervención 48 . En general se acepta que una adecuada evaluación preoperatoria del riesgo permite estimar con acierto la morbimortalidad [49][50][51] . En todo caso, la más reducida contractilidad en los pacientes sin CEC haría presuponer peores resultados en términos de defensa antioxidante 43,44 ,y este dato fue contrario a nuestros hallazgos, lo que sugiere que se debe buscar una explicación directamente asociada con la intervención.…”