La irrupción y progresiva centralidad de los derechos humanos emergentes en contextos de posconflicto se ha materializado en una concreción normativa y doctrinal del derecho de las mujeres a una vida libre de violencia, en conexión con las dimensiones de seguridad física y personal propuestas por la seguridad humana. En este sentido, la necesidad de reformar o de transformar las instituciones que proveen seguridad para incorporar en ellas el enfoque de género ha cobrado una importancia creciente en las misiones de restablecimiento y mantenimiento de la paz, especialmente tras la aprobación de la resolución 1325 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sobre Mujeres, Paz y Seguridad, en octubre de 2000. Este artículo pretende arrojar luz sobre las perspectivas, políticas y prácticas de seguridad que han operado en procesos de reforma del sector de la seguridad en posconflicto y sobre hasta qué punto estas han sido permeadas por el enfoque de género y por las aportaciones del feminismo antimilitarista y de los estudios feministas sobre seguridad. Para ello, se evalúa la operacionalización del mandato de reforma del sector de la seguridad de las Naciones Unidas durante el proceso de transición de Timor Oriental desde 1999 a 2012, y el despliegue de herramientas para la promoción de la igualdad entre hombres y mujeres, y la erradicación de la violencia de género y sexual, así como sus resultados.