La pausa activa es una estrategia ampliamente reconocida en entornos laborales y académicos debido a su impacto positivo en la salud y el bienestar de los individuos (1). Se trata de un período de entre 10 a 15 minutos de duración designado en el lugar de trabajo o de estudio para llevar a cabo, de forma individual o colectiva, un cambio de actividad. La pausa activa ha mostrado (2) efectos beneficiosos en el sistema osteomuscular y cardiovascular, al tiempo que minimiza los impactos negativos derivados de la actividad laboral o académica. La estrategia de la pausa activa se ha observado como una medida eficaz para prevenir lesiones musculares (3), reducir el estrés físico y psicológico, y disminuir los factores de riesgo ergonómicos, especialmente en trabajadores de sectores como la limpieza (4) Durante este breve intervalo, se deben realizar ejercicios simples de estiramiento, movilización y relajación, con el objetivo de aliviar la tensión acumulada en los músculos, mejorar la circulación sanguínea y promover una postura adecuada.