Introducción: El noroeste de Costa Rica representa un área con una alta riqueza geológica que evidencia rocas generadas en diferentes ambientes, como plano abisal, talud continental, plataforma continental, volcánicos continentales efusivos y explosivos, volcánicos submarinos, costeros, erosivos fluviales, erosivos gravitatorios, de intrusión y el manto terrestre.
Objetivo: Describir el contexto geológico actual del noroeste de Costa Rica, mediante el análisis y recopilación de datos de campo, geoquímicos, petrológicos, estructurales, paleontológicos y radiométricos con el fin de reconstruir los eventos y etapas de deformación desde el Jurásico a la actualidad.
Métodos: Se hizo una recopilación bibliográfica de estudios en diversas ramas geológicas para establecer un estado del arte del extremo noroeste de Costa Rica.
Resultados: La historia geológica representa el registro en rocas desde el Jurásico al Holoceno – actualidad con once etapas definidas a partir de interpretaciones petrológicas, estructurales, geocronológicas, estratigráficas y paleontológicas agrupadas en tres etapas de depositación y afectadas por cuatro fases tectónicas compresivas.
Conclusiones: Las etapas de depositación corresponden con una primera etapa magmática con afinidad oceánica entre el Jurásico y el Cretácico Superior, una segunda etapa predominantemente sedimentaria con un rango de edad entre el Cretácico Superior y el Oligoceno, y por último una etapa volcánica efusiva – explosiva ubicada desde el Plioceno hasta la actualidad. Las fases tectónicas se asocian con diferentes eventos entre placas. La primera se dio en el Cretácico Inferior y su principal resultado visible fue la emersión de la Ofiolita de Santa Elena; la segunda sucedió del Cretácico Superior temprano al Campaniano y su reconocimiento está ligado a la posición actual de la Ofiolita de Santa Elena y sus estructuras circundantes; la tercera fase aconteció desde el Eoceno Superior hasta el Mioceno y su principal producto fue la generación del tren de pliegues sedimentarios del Golfo de Santa Elena a bahía de Salinas; y por último se presenta una fase Cuaternaria que originó el eje de basculamiento de los productos piroclásticos frente a la cordillera volcánica de Guanacaste.