“…Se definen como una sustancia de origen químico o biológico que tiene la capacidad de matar y controlar el crecimiento de hongos, mohos y esporas, tanto en plantas como en animales, pero no solo cumplen esta función, sino que generan un ambiente adecuado para evitar el desarrollo y el crecimiento de otros organismos interferentes en los cultivos (Melgarejo García, 2011). Entre los fungicidas más comunes están los de tipo azólicos, que se caracterizan por la presencia de un grupo amino, grupos aromáticos y grupos complementarios como OH, O y otros metales (Andani, 2010), (Fortún Abete, 1998).…”