“…De la misma manera como en sociología urbana se ha observado como la mera cohabitación en un mismo vecindario no genera por sí sola interacción entre vecinos de diferentes niveles sociales, y todavía menos vínculos fuertes (Joseph et al, 2007, p. 382), tampoco la mezcla en la escuela implica automáticamente vínculos heterofílicos, como mostraron Hollingworth & Mansaray (2011) al identificar etnográficamente las limitaciones en las amistades y asociaciones forjadas entre diferentes. En una dirección parecida, se ha identificado como diferentes organizaciones escolares, por ejemplo, en relación con la clasificación de estudiantes por niveles, pueden modificar la potencial ventaja de la mezcla en los resultados de los menos capitalizados (Francis & Darity, 2021), o también como la configuración espacial del centro puede contribuir o dificultar que se desarrollen vínculos heterofílicos entre el alumnado (Allan & Catts, 2014).…”