“…La aplicación del suero antiofídico en el campo solamente está recomendada cuando la persona está muy lejos del hospital o cuando no exista otro recurso. En tales casos, esta debe hacerse por la vía intramuscular y la víctima debe ser trasladada inmediatamente al hospital pues dado que el suero antiofídico contiene proteínas de caballo, puede ocurrir una reacción anafiláctica que, si no es tratada, puede conducir a la muerte por choque anafiláctico (Asita et al, 2015;Hooda et al, 2021) En el imaginario de los nativos mesoamericanos, la persona fuerte -en contraposición con la persona débil-, puede sobreponerse a las enfermedades naturales y a las sobrenaturales, como el susto (Ghidinelli, 2002). Por otro lado, la actitud positiva aquí descrita cobra importancia cuando se trata de enfermedades como el accidente ofídico, que tienen un fuerte componente psicológico y que cursan con gran dolor e incomodidad (Guerra-Centeno, 2018b).…”