“…Los números o cifras de la riqueza herpetofaunística en México van más allá de los récords mundiales (González-Hernández et al, 2021), ya que tiene un impacto positivo en el bienestar de la sociedad humana a nivel ambiental, económico, social y cultural por sus servicios ecosistémicos únicos e incomparables. Por ejemplo, las serpientes y demás reptiles, regulan poblaciones y plagas de animales, las especies venenosas son una base o fuente para la elaboración de compuestos químicos de medicamentos, son especies bioindicadoras y advierten del estado de salud de los bosques, soportan los ecosistemas al integrarse a las redes tróficas, incorporando y reciclando la biomasa, y algunas especies pueden además participar en la dispersión de semillas al alimentarse de presas granívoras, sus especies proveen de belleza escénica en sus hábitats, algunas especies son emblemáticas de varias regiones, y en la cultura son quizá los elementos más destacados en toda Mesoamérica desde tiempos prehispánicos, incluso han trascendido como parte de nuestra identidad al formar parte de los símbolos patrios como el escudo nacional mexicano (Rubio-Godoy, 2003;Neri-Castro et al, 2020;Balderas-Valdivia et al, 2021b;Fernández-Badillo et al, 2020). La información anterior es un llamado a gobernantes, funcionarios y a la ciudadanía para incrementar las acciones de conservación de estos importantes organismos, ya que son indiscutibles sus valiosos servicios ecosistémicos para el bienestar humano y por dar identidad al pueblo de México.…”