Sesgo partidista en medios informativos. Una crítica metodológica y propuesta

Abstract

La constatación científica del sesgo partidista ha sido problemática dadas sus dificultades metodológicas en relación a tres aspectos aquí examinados: el estructural, cuando los investigadores naturalizan la norma de neutralidad en sistemas mediáticos donde es contingente; el organizacional, cuando se ignora la superioridad operativa de unas campañas sobre otras; y el metodológico, acerca del muestreo y validez de los indicadores usados. Las soluciones propuestas en el texto se ponen a prueba en la cobertura de las elecciones mexicanas de 2012, con resultados sugerentes.

Markets, Regions and Journalistic Quality

“…Furthermore, it is biased in terms of visibility, although not treatment, with tenuous indicators of mediated deliberation, which provide citizens with only a few elements to deliberate (Echeverría et al, 2021). This confirms previous findings from other investigations (Aceves, 2010;Andrade, 2012;Echeverría, 2017;Espino, 2016;Salazar, 2018b), although the size of our sample evades the aforementioned composition error (Hanssen, 2020) which gives our observation greater validity.…”

“…Third, the predominant form of journalism is passive, based on the reproduction of official bulletins and statements by officials, and focusing on political actors to the detriment of civil society, with little agency on the part of journalists in the configuration of the agenda or the making of the pieces (de León, 2012;Espino & Mendoza, 2015). Fourth, there is a marked partisan bias in the coverage of elections, which favors above all the parties in power (Andrade, 2012;Echeverría, 2017;Espino, 2016;Salazar, 2018a). These structural aspects provide the prior conditions for poor coverage in terms of information quality and require constant observation.…”

Clientelismo indirecto y la supervivencia del periodismo autoritario inercial

“…2) El modelo liberal o impulsado por el mercado se caracteriza por la atención a noticias que impactan en las exigencias del mercado, atendiendo a una lógica donde éste dicta las reglas de los contenidos mediáticos, dejando al quehacer periodístico como un instrumento del interés privado (Echeverría, 2017;Lozano, 2001;Márquez-Ramírez, 2012). Como un ejemplo de este modelo, las televisoras Televisa y Tv Azteca apelaron a la espectacularización de las noticias y de los actores políticos; fueron cambiando la información política por programas de preguntas cortas y convirtieron las noticias de corrupción en entretenimiento (Hughes 2006).…”