Muchas investigadoras feministas creen que las perspectivas neurocientíficas en las teorías de género se están quedando atrás. Existen dificultades asociadas a esta postura y hay que preguntarse si los conceptos de género y sexo podrían ser útiles como conceptos analíticos separados que permitieran a los neurocientíficos distinguir ideologías estructuradas socialmente, que disfrazan cuestiones naturales definidas biológicamente. Es necesario, sin duda, que más mujeres participen y dirijan el diseño y el desarrollo de sistemas de inteligencia artificial (IA). La tecnología se construye social y culturalmente: esto ofrece mayores niveles de justicia e igualdad y resulta conveniente incluir una dimensión social y ética. El objetivo de este trabajo es mostrar la necesidad que existe de una educación digital que incluya la IA, promoviendo el acceso de las mujeres y su capacidad para utilizarla.