“…Por otro lado, generalmente se asocia al sexo femenino con un desarrollo precoz y un mayor IFP (Picard, 2015), en este estudio se observaron mayores cifras en el sexo masculino, esto podría deberse a factores psicosociales específicos de la población, ya que el desarrollo de las funciones psicológicas superiores está relacionado con el desarrollo madurativo del cerebro, la educación, la estimulación, las experiencias y las oportunidades de aprendizaje que, de acuerdo con las diversas poblaciones estudiadas, pueden variar. Otro factor que pudiera influir, son las características de la crianza de la región, que tienden a la sobreprotección del sexo femenino, lo que pudiera generar un déficit en la independencia, y repercutir en su IFP, además de posibles efectos emocionales y psicosociales durante su desarrollo (Masud, et al, 2019).…”