“…La protección y cuidado del agua en este tenor recae sobre las autoridades (nacionales, estatales y municipales) demeritando el valor de la responsabilidad social (Suganthi, 2020). Derivado del confinamiento social impuesto por la Organización Mundial para la Salud (OMS) a través de las autoridades sanitarias (OMS, 2020b), las demandas de agua se vieron acrecentadas, obligando a la sociedad a tomar medidas precautorias para garantizar que este recurso estuviera disponible, si se consideran los múltiples usos, es indispensable modificar la dinámica sobre los cuidados del agua por parte de la sociedad, y encontrar una armonía consistente con el medio ambiente y su biodiversidad (Martin et al, 2020a). El confinamiento social fue causante de la ausencia humana en puntos turísticos o del ámbito productivo y social, que en consecuencia otorgó al medio ambiente la oportunidad de recuperar la quietud y presenciar la aparición de fauna y flora en lugares donde ya habían olvidado su existencia (van Zanten et al, 2020), y disminuyó los índices de contaminación en suelos y mares (Bojórquez-Tapia et al, 2019), generando mejoras en la calidad del agua y aire (Sistema Nacional de Información Ambiental y de Recursos Naturales, 2020).…”