“…De este modo, se respalda la educación para la paz, la cual es entendida como un proceso que promueve los conocimientos, habilidades, actitudes y valores necesarios para lograr cambios de comportamiento. Este enfoque permite a niños, niñas, jóvenes y adultos prevenir conflictos y violencia, tanto manifiesta como estructural, así como resolver los conflictos pacíficamente y crear las condiciones propicias para la paz a nivel intrapersonal, interpersonal, intergrupal, nacional o internacional (Unesco, 2000;Díaz-Mesa y Hernández, 2022) En este sentido, en el marco de la ley 1732 de 2014, por la cual se reglamenta la cátedra de la paz como un mecanismo para fortalecer una cultura de paz en el país, se evalúa la experiencia del Observatorio de Paz como una estrategia alternativa para resignificar las prácticas cotidianas dentro de la escuela, involucrando a toda la comunidad educativa. A través de la implementación de esta estrategia, se generan espacios propicios para el diálogo, el análisis de situaciones problemáticas específicas del contexto y el establecimiento de soluciones posibles a los conflictos que pueden surgir como resultado de las relaciones intersubjetivas y su conexión con el entorno.…”