Tras plantear el problema de la tecnocracia a partir del debate entre Marcuse y Habermas, el artículo sitúa la perspectiva de Simondon frente a la cuestión y, tematizando las relaciones entre sociedad, cultura y desarrollo tecnológico, analiza una serie de elementos éticos y políticos implicados en su filosofía. En este sentido, el texto aborda las críticas simondonianas a la utopía tecnocrática, introduce su conceptualización de la técnica, y examina sobre dicha base los tres conceptos que aporta para repensar la práctica política (pensamientos político-sociales, acto de gobierno, juicio político).