La necrólisis epidérmica tóxica es una reacción de hipersensibilidad cutánea, importante por su gravedad. Se produce con mayor frecuencia por la ingesta de ciertos medicamentos, como en el caso de algunas sulfas, anticonvulsivos y antibióticos. Es similar al Síndrome de Steven-Johnson o se puede presentar en superposición con este, la diferencia se encuentra en el grado de afectación en la superficie de la piel. El abordaje de esta patología dermatológica debe ser multidisciplinario, con una valoración completa de varias especialidades con la finalidad de mejorar el pronóstico en general del paciente. El objetivo de la presente revisión consiste en plasmar los aspectos básicos acerca de la necrólisis epidérmica tóxica. El enfoque metodológico de la investigación es una revisión bibliográficodocumental. La presentación clínica incluye máculas que se diseminan con rapidez y se funden, formando ampollas epidérmicas, necrosis y desprendimiento. En cuanto al diagnóstico, con frecuencia es obvio al examen físico. Con relación al tratamiento no existe consenso hasta la actualidad, por lo tanto, la evidencia disponible presenta pocos puntos de convergencia. El manejo debe ser multidisciplinario. La piedra angular del abordaje está dada por el diagnóstico precoz, el retiro del medicamento desencadenante y las medidas de soporte multiorgánicas. El tratamiento sistémico incluye ciclosporina, inmunoglobulina IV, corticosteroides e inhibidores del factor de necrosis tumoral-alfa. El cuidado de las lesiones de la piel debe realizarse en unidades de quemados y se maneja de forma semejante al paciente quemado. El uso de apósitos se recomienda, especialmente los que no requieran recambios frecuentes.