El síndrome nefrótico se caracteriza por proteinuria importante, hipoalbuminemia, edema generalizado e hiperlipidemia. Según su etiología se clasifica en primario y secundario, siendo este último raramente encontrado en pediatría, cuyas causas pueden ser múltiples como enfermedades sistémicas, fármacos, neoplasias o enfermedades infecciosas. Se presenta el caso clínico de una adolescente femenina con síndrome nefrótico secundario a sífilis, quien recibió manejo antibiótico apropiado con resolución del cuadro clínico.