“…Finalmente, en el año 1977, serían Smythe y Moldofsky quienes nombran Fibromialgia al cuadro de dolor crónico y de origen musculo-esquelético, ubicado en localizaciones específicas, que años antes Floriep había denominado como «puntos sensibles» (Salgueiro, 2011;Moreno et al, 2010, Cymet, 2003Uceda, 2000), pero no es hasta el año 1992, que esta enfermedad es reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) e incluida en el manual de Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10), que la especifica con el código M79.0, hecho que no impidió que se siguieran generando, con facilidad, discusiones y situaciones clínicas conflictivas por la ausencia de etiología, de afección orgánica específica demostrable y de alguna prueba diagnóstica confirmatoria objetiva (Soucase, Monsalve, Soriano & de Andrés, 2004).…”