“…Esta caracterización es válida tanto a nivel nacional como a nivel subnacional. En el caso argentino, los intereses en pugna y los costos políticos de unirse para competir varían de provincia en provincia, evidenciándose una fragmentación desequilibrada entre distritos periféricos y centrales (Leiras, 2007;Navarro, Tieghi y Varetto, 2013), que induce a la dificultad para conformar alianzas nacionales viables (Varetto, 2015). A nivel provincial, los principales elementos que prevalecen a la hora de decidir formar parte de alianzas o no hacerlo son el grado de independencia de la filial subnacional del partido (lo cual estimula la competencia unitaria) y la fortaleza de los competidores en el distrito (que lleva al partido a formar coaliciones, frecuentemente negativas) (Balazs et al, 2015: 9).…”