“…De este modo, suele afectar el compartimiento anterior (infiltración de ligamentos redondos y de la pared vesical) (Crispi et al, 2012); la pared lateral de la pelvis (infiltración de uréteres, plexos nerviosos hipogástricos, etc.) Ceccaroni et al, 2011;Muñoz et al, 2012); el compartimiento posterior (compromiso de parametrios, ligamentos uterosacros, vagina, el tabique rectovaginal y el recto) (Chopin et al, 2005;Dadhwal et al, 2012;Milone et al, 2015); y otro órganos como intestino delgado, sigmoides, ciego y apéndice cecal (Fernández-Rey et al, 2009;Villarreal-Peral et al, 2011). Esto, significa que su tratamiento de la EIP es la ablación quirúrgica es de una radicalidad que implica la necesidad de accesos retroperitoneales extensos, exéresis y reparación de órganos comprometidos, procedimientos muy distintos de la cirugía de la endometriosis peritoneal (Vercellini et al, 2009; De Los Ríos-Posada; Muñoz et al).…”