“…La utilización de productos de apoyo, así como el uso de tecnología y casas inteligentes son factores que hemos visto favorecen la vida independiente de las personas con diversidad funcional, y a sus familias (Nicolson, Moir et al, 2012). Esta circunstancia también es aplicable a los entornos residenciales (Storey, 2010), y a las personas mayores que van teniendo limitaciones en la movilidad (McCrindle, Williams et al, 2011). Incluso el tipo de producto de apoyo utilizado puede mejorar la calidad de vida y la vida independiente de las personas con diversidad funcional.…”