Resumen-La Internet de las cosas (IoT) complica sobremanera la extracción de evidencias electrónicas que pueden servir de base para una investigación forense. En entornos altamente cambiantes y con una densidad de dispositivos tan elevada, es muy difícil entender completamente el contexto de la ofensa. Es por ello que la cooperación de los individuos, aún no estando directamente implicados en la ofensa, puede ser muy relevante para el analista forense. En este artículo se propone un nuevo modelo para la IoT-Forensics, que pretende sentar las bases para la cooperación voluntaria de los individuos en las investigaciones de delitos telemáticos. Para ello, el modelo integra requisitos de privacidad de la norma ISO/IEC 29100:2011 durante todo el ciclo de vida de la investigación.Palabras Clave-forense, IoT, privacidad, seguridad, testigos digitales.
I. INTRODUCCIÓNLa informática forense tradicional se basa en una serie de procesos bien establecidos que tienen como objetivo preservar la evidencia electrónica. Existen varios modelos muy similares entre sí, que describen conductas a seguir precisas y bien definidas, pero son exageradamente estáti-cos [1]. Las evidencias -discos o dispositivos de los que se extraerán evidencias electrónicas -se recaban por medio de una orden judicial al principio del proceso. Las evidencias electrónicas se obtienen conforme a su volatilidad, siendo posible que algunas de éstas se obtengan en la propia escena (p.ej. volcados de memoria). Se implementan cadenas de custodia por medio de documentos que firman los responsables autorizados a gestionar las evidencias. Esto es así con el fin de preservar la integridad de la prueba, pero no deja de ser un proceso poco flexible, concebido para escenarios muy estáticos.Sin embargo, estamos viviendo un boom de dispositivos sin parangón. Actualmente los analistas forenses se encuentran con el problema de que hay un sinfín de dispositivos para los que aún no existen herramientas o procesos bien definidos para regular su tratamiento forense [2]. No sólo los dispositivos, sino también las infraestructuras/plataformas intermedias que se usan para la comunicación entre los objetos, plantean grandes desafíos forenses. Precisamente, en 2013 surge el concepto de IoT-Forensics [3] para destacar los problemas que el paradigma IoT introduce en el ámbito forense. Tanto a nivel de adquisición de información como a nivel de cómo se gestiona esa información [4], o la problemática de la avalancha de datos que deben procesarse y correlacionarse.Pero en IoT-Forensics el problema va más allá; el usuario y sus dispositivos están demasiado conectados como para continuar obviando que el espinoso problema de la privacidad debe ser finalmente abordado. Precisamente, en este artículo definimos el modelo PRoFIT (Privacy-aware IoT-Forensic) que integra propiedades de privacidad conforme a la norma ISO/IEC 29100:2011 en las fases de un modelo forense adaptado para la IoT. Este modelo, más dinámico que sus predecesores facilitaría la cooperación voluntaria de los dispositivos de...