La enfermedad de cáncer es uno de los principales problemas sociosanitarios en el mundo. El envejecimiento de la población española unido a las altas tasas de supervivencia de pacientes con cáncer hacen que el número de cententarios en nuestro país aumente. El diagnóstico y el proceso evolutivo de la enfermedad genera situaciones de discapacidad y dependencia en el paciente enfermo que afectan a este mismo, pero también a la dinámica familiar. La familia es uno de los principales sustentadores de cuidado del paciente enfermo, el rol del cuidador principal recae comúnmente en género femenino en primer grado de consanguinidad como así lo avala la presente investigación. Estos cuidadores pueden presentar carga obejtiva y subjetiva en el cuidado del paciente enfermo. La Ley de Dependencia resulta insuficiente en su aplicación y tardía en la concesión de ayudas. La disciplina de Trabajo Social debe ser garante de dignidad en el paciente enfermo y en el cuidador principal, adelantándose a futuros acontecimietnos de necesidades sociales derivadas de la enfermedad oncológica.