A través de una serie de entrevistas de carácter cualitativo a mujeres que presentan diferentes grados de diversidad funcional, se describe su sexualidad y lo que tiene que ver con su desarrollo, práctica y discurso. Este trabajo, inminentemente descriptivo, parte de las vivencias de las participantes, donde se deja traslucir claramente cómo la sexualidad no ha sido considerada como un derecho básico, y que la sociedad ha obviado. De la misma manera se abordan todos aquellos otros temas que hacen de la sexualidad un tema amplio y complejo (menstruación, reproducción, genitalidad, o el placer…). Con lo que se concluye que no hay mujeres con discapacidad que sean asexuadas, sino una discursividad peyorativa, que por un lado está dentro de ese discurso más amplio acerca de cómo ve nuestra sociedad el fenómeno de la discapacidad; y, por otro, el de ser una manifestación más de las múltiples opresiones que sufren las mujeres, tanto en este como en otros ámbitos.