Queda prohibida la reproducción, distribución, comercialización, transformación, y en general, cualquier otra forma de explotación, por cualquier procedimiento, de todo o parte de los contenidos de esta obra sin autorización expresa y por escrito de sus autores.A Gisela y Arturo.Mi pequeño clan.
AGRADECIMIENTOSMe acuerdo el día en el que conocí a Paco, mi tutor. Él acababa de llegar a la Universidad Politécnica de Valencia como profesor interino, era joven y apenas tenía unos pocos años más que yo. Iba buscando a una persona para trabajar con él. Bastaron unas pocas palabras para convencerme y juntos formamos un pequeño grupo de investigación muy joven, casi adolescentes, si nos comparamos con las largas trayectorias de los científicos. Se debió correr la voz de la creación de este nuevo grupo por lo largo y ancho del planeta, porque al poco llego desde las costas de Chile, un nuevo doctorando, Matías. Mano a mano, estuvimos trabajando durante más de año antes de que llegara Aina (para los amigos Divaina). Paco me introdujo en el fascinante mundo de los ríos y de los peces. A él le debo el que yo haya realizado esta tesis. Mis socios en esta empresa, Paco, Matías y Aina compartieron conmigo mis sueños y mis desvelos, solventados muchas veces con una copita de pacharán. Con el tiempo y poco a poco, el grupo fue creciendo paulatinamente aumentando la calidez humana. Las nuevas incorporaciones de Virginia, Marta, Manu, Rui, Rafa y Julia me aportaron nuevas ideas e ilusiones. A todos ellos, mil gracias.En el largo peregrinaje que es el hacer una tesis me encontré por el camino a mucha gente, que sin pedir nada a cambio me ayudaron desinteresadamente, muchas veces sin que ni ellos lo supieran o se dieran cuenta. Entre ellos está la guardería forestal del Rincón de Ademuz, especialmente a los agentes medioambientales Germán Francés y José Urbano, que aportaron profesionalidad en los trabajos de campo. A Carlos Alonso González, por su ayuda en el cálculo de densidades. De la misma manera, quisiera mencionar a Toni Pradillo y Roberto Coll que consiguieron trasmitirme su gran pasión, la pesca. Además, quisiera agradecer a Roberto Coll por luchar, desde su blog pescaturia, por la dignidad de los ríos mediterráneos y por el estudio genético de las poblaciones de trucha común en ríos valencianos. A Mercedes Arenas, Consuelo Pérez, Pau Lucio, Rafa Casas, Rosa de la Salud, Pascual Puerto, Javier Izquierdo, Jaime Ramos, Laura Gómez, Fran Pardavila, Sasa Plestenjak y Bego Monroig (perdonadme si a alguien no nombro) por transformarse, en las infinitas salidas al campo, en tramperos por unos días para realizar la pesca eléctrica o incluso en buzos (sin escafandra).No quisiera olvidarme de Juan Theureau que desde la Consellería de Medio Ambiente, Agua, Urbanismo y Vivienda de la Generalitat Valenciana de la Generalitat Valenciana consiguió gran parte de la financiación para que esta aventura, que partió con un estudio para la administración, llegara a buen puerto. Como tampoco del profesor Derek H. Orgle (Northland Collage, EE.UU)...