“…Corporaciones con marcada tradición de exclusiva generación de riquezas (Cañadas et al, 2018;Palomeque & Ramiro, 2019) han orientado esfuerzos a realizar reportes de RSE que incluyen el aspecto de sostenibilidad (Corretgé Bergua & Miret Martí, 2018;García, 2017;García Palacios, 2018;Martí Noguera et al, 2017). Development, v. 9, n.11, e76091110538, 2020 (CC BY 4.0) | ISSN 2525-3409 | DOI: http://dx.doi.org/10.33448/rsd-v9i11.10538 5 Actualmente se cuenta con un inventario amplio de protocolos o modelos que se usan a nivel internacional para determinar la sostenibilidad ambiental corporativa tales como el Balance Social y el Global Reporting Initiative (GRI) (Hahn & Lülfs, 2014;Rodríguez Guerra & Ríos-Osorio, 2016), el Dow Jones Sustainability Index -DJSI (Alonso-Almeida et al, 2015) y el International Standard Organization (ISO 26000) (García et al, 2013;Hahn, 2013), los cuales gozan de aceptación corporativa global (Hahn, 2013;Rodríguez Guerra & Ríos-Osorio, 2016;Wai Kong Cheung, 2011), y que apuntan a generar legitimidad de la práctica empresarial frente a los grupos de interés o Stakeholders (Rodrigue et al, 2013;Ssebunya et al, 2017).…”