Ya están aquí los fantasmas, siempre los mismos fantasmas…Hace casi 25 años, Walter estudió los tér-minos usados en inglés coloquial para denominar a los psiquiatras, rastreando su etimología o el momento de su acuñación (1). Es popular el término "shrinker" o "headshrinker", que asimila al psiquiatra a los jíbaros reductores de cabezas (aquí diríamos comecocos o jamaco-1 Moncho Alpuente . Periodista, escritor, humorista y músico español. Letrista de la mayor parte de los temas de Desde Santurce a Bilbao Blues Band. cos). Más chocante es el juego de palabras que convierte psychotherapist (psicoterapeuta) en psycho, the rapist (Psicopatón, el violador). ¡Qué idea tienen los angloparlantes de los psiquiatras! Más tarde el mismo Walter, estudiando imagen del psiquiatra en el cómic norteamericano entre 1941 y 1990 (2) concluyó que en ese medio siglo se había mantenido estable. Y que era lamentable. El psiquiatra del cómic es hombre, generalmente calvo, barbudo y con gafas; practica la psicoterapia; está loco, es licencioso con sus pacientes, o simplemente se desentiende de lo que le cuentan. Con el paso del tiempo parece cada vez más interesado por el dinero. Consigue pocos cambios en sus pacientes y para mal (en un 15% de las historietas el paciente empeora y solo en un 2% mejora). Aunque el cómic sea una deformación de la realidad, no puede decirse que nos encuentre eficientes.No es mejor la imagen que ofrece el cómic europeo. Hergé 2 , el creador de Tintín, describió muy negativamente al gremio. En "Los cigarros del Faraón" (1933), cuando se fuga de un manicomio, Tintín es perseguido por el director que, porra en ristre, lidera a un grupo de malencarados asistentes. En la versión redibujada y coloreada de 1954 el doctor ha cambiado de aspecto, pero sigue blandiendo 2 Georges Rémi (Hergé) . Guionista y dibujante de cómic, uno de los padres del género. Creador de Tintín.