Antecedentes y objetivos: La pandemia COVID-19 ha alterado todas las actividades sanitarias, entre ellas la formación especializada de los residentes. Se llevó a cabo un estudio para analizar en profundidad el impacto de la pandemia COVID-19 en aspectos específicos de las actividades clínicas, formativas e investigadoras que realizan los residentes de Otorrinolaringología (ORL) en España durante un año completo de formación.
Material y métodos: Se realizó un estudio cualitativo transversal durante las últimas dos semanas de febrero de 2021. El estudio consistió en una encuesta en línea realizada por residentes de ORL que habían realizado un año continuado de formación desde el 15 de febrero de 2020 al 15 de febrero de 2021 y consistió en 26 preguntas que exploraban el impacto del COVID-19 en la salud de los residentes de ORL, en su dedicación laboral y en las actividades de formación. Las variables categóricas se informaron como frecuencia y porcentaje. Cuando se indicó, se utilizó la prueba Chi-cuadrado de Pearson con la corrección de Yates y el coeficiente de correlación de Pearson (r).
Resultados: Se recibieron 143 encuestas cumplimentadas de 264 residentes (54,17%). 36 residentes (25,2%) habían padecido la enfermedad por SARS-CoV-2. La mayoría de ellos solo desarrolló síntomas leves (86,1%) y 3 requirieron hospitalización (8,3%). Los residentes encuestados que resultaron positivos para el SARS-CoV-2 no fueron capaces de identificar la fuente de su contagio y la necesidad de confinamiento se debió principalmente a la atención de un paciente asintomático en 9 casos (6,3%) o al contacto estrecho con un asintomático en situaciones no identificadas distintas de la atención sanitaria en 22 (15,4%). El 60,1% de los residentes encuestados reportó haber perdido más de 6 meses de su período de formación, y en el 18,8% de los casos llegó a 10 y 12 meses. Se ha producido una reducción de más del 75% de lo previsto en formación quirúrgica (p <0,05) de timpanoplastia, mastoidectomía, estapedectomía, implantes cocleares, cirugía endoscópica nasosinusal y de base de cráneo anterior, septoplastia y turbinoplastia.
Conclusiones: El descenso de la actividad ORL y la necesidad de prestar asistencia en otros servicios y unidades durante los momentos más críticos de la pandemia han causado la principal reducción de su capacidad de formación. El contagio fundamentalmente ocurrió por el contacto con portadores asintomáticos durante la atención a pacientes y por contacto estrecho con portadores asintomáticos. Las actividades virtuales han sido ampliamente aceptadas, pero no han reemplazado por completo las necesidades de formación de todos los residentes. Se deberán implementar medidas para recuperar la formación perdida, especialmente el aprendizaje práctico quirúrgico en otología y rinología.