El diseño curricular de Ingeniería Industrial contempla prácticas, sin embargo, la formación actual de los ingenieros requiere aún mayor cantidad de trabajo práctico. En este trabajo de investigación se realiza una aplicación experimental de la metodología de Clínicas de Ingeniería. En esta metodología los estudiantes son actores centrales en la solución de problemas reales, partiendo de un diseño y concluyendo en un producto real. La metodología se aplicó al Taller de Integración de Conocimientos. Cada año los estudiantes logran resolver el desafío propuesto y llegar a productos finales útiles. Mediante un cuestionario se obtuvo que los estudiantes se manifiestan satisfechos o muy satisfechos en un 87% con la metodología utilizada y en un 90% recomendarían que se aplique en otras asignaturas. Los estudiantes también califican el curso como altamente útil para el logro de competencias transversales como: trabajo en equipo, comunicación oral y escrita, y uso de TICs.