El confinamiento obligatorio por el SARS-CoV-2 tiene un precedente social y narrativo en el anime japonés. El isekai es un género con entidad propia en la ficción japonesa. Sus protagonistas, los otaku, aficionados al manga, anime, novelas y videojuegos, mueren o desaparecen de la realidad para cumplir otra misión, expiar su culpa o salvar al mundo en otro tiempo o realidad paralela. Series isekai como Sword Art Online, The Rising of the Shield Hero o That Time I Got Reincarnated as a Slime figuran entre las 20 más vistas de Crunchyroll, la mayor plataforma mundial dedicada a series asiáticas. En esta web, Uruguay, Colombia y República Dominicana figuran entre los seis primeros países del mundo con más usuarios. Este artículo reflexiona sobre el posible traslado del isekai de Japón a Latinoamérica. A los protagonistas, y a los seguidores que practican la auto-reclusión, se les conoce en Japón como hikikomori. Este calificativo se extiende al resto del mundo con otros nombres, como NEET o NiNi. Gracias a las narrativas crossmedia y multipantalla aparece una nueva caverna digital de videojuegos, aparatos electrónicos y redes sociales. El usuario de la ficción isekai se refugia, como los protagonistas, de la sociedad y los problemas cotidianos.