El desarrollo de la investigación en materia de prevención y de educación para la salud constituye un desafío importante. En efecto, la puesta en marcha de acciones de prevención necesita la movilización de conocimientos suficientes como para comprender de la manera más precisa posible el contexto y la situación a prevenir, sus aspectos psicológicos, culturales, sociales y societales, así como los papeles que desempeñan los actores implicados. De estos conocimientos deberán desprenderse las pistas para formular acciones preventivas fundamentadas en teorías empíricamente válidas. Por último, antes de generalizarla, hay que asegurarse de que la intervención propuesta tenga un impacto positivo. Esto no siempre sucede así, como lo demuestra la literatura y, concretamente, las reseñas sistemáticas Cochrane en nuestro campo. Las acciones de prevención pueden tener un impacto positivo, ningún impacto o efectos nocivos, lo cual no es aceptable puestos que nos dirigimos a personas sanas.Desafortunadamente, los trabajos franceses son escazos en los meta análisis Cochrane mencionados más arriba. En los últimos diez años, el Inpes ha contribuido dedicando parte de sus recursos económicos a desarrollar este tipo de investigación en Francia y empieza a subsanar el retraso,pero deberá continuar este esfuerzo durante varias décadas más.Contrariamente a lo que se nos ha transmitido, la prevención y la educación para la salud no se limitan a la escuela y a la consulta del médico. Pueden realizarse antes del nacimiento, en la primera la infancia, en la edad adulta y con la gente mayor. Tienen que llevarse a cabo allí donde las personas viven y aman, trabajan y juegan.
La parentalidadEl proyecto CAPEDP (Competencias parentales y el apego en la primera infancia: disminución de los riesgos vinculados a los trastornos de salud mental y promoción de la resiliencia), desarrollado a partir de los proyectos de David Olds es un ensayo aleatorio y controlado de promoción de la salud mental de la madre y del niño que se inicio en Ile de France en 2006. El principal objetivo del estudio era la disminución de la incidencia de problemas de salud mental en el niño, reduciendo la depresión postparto en la madre, promoviendo las competencias parentales y favoreciendo la integración social y profesional de ambos. Un primer artículo (1) trata del apoyo precoz en los hogares de familias en situación psicosocial difícil, con el objetivo principal de promover la salud mental del niño y reducir los problemas de salud mental a la edad de 2 años. El segundo artículo (2) es un estudio complementario que trata de la implementación y evaluación de este programa de intervención precoz a domicilio para desarrollar los vínculos con el niño.Roehrig (3) presenta un ensayo de ejecución del Programa norteamericano de apoyo a las familias y a la parentalidad "SPF 6-11 años". El programa analiza los factores que pueden incidir en su implantación en Francia, concretamente en lo que se refiere al partenariado local, y el apoyo logístico que habrá que desarrollar.
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